¡Hola a tod@s! Después de este parón, vuelvo con esta simple y deliciosa receta que todos deberíamos probar al menos una vez en la vida (aunque si la haces una vez, repetirás seguro).

Se trata de una bebida natural y crudivegana que nos puede dar un juego tremendo en la cocina, ya sea por la bebida en sí, o por su uso en otras recetas (ya os contaré en otra ocasión).

Os dejo con la receta ^-^


Ingredientes


  • 200 gr de almendras crudas (con o sin piel)
  • 1 litro de agua embotellada
  • 4 dátiles o 4 cucharadas de sirope de agave (opcional)

Nota: es necesario disponer de una tela de algodón para filtrar el líquido


Elaboración


– Unas horas antes de hacer nuestra bebida, dejaremos las almendras en remojo. En esta ocasión las dejé toda la noche, pero con tres horas es suficiente. Este paso es importante porque así las almendras se trituran mejor.

– A continuación, ponemos el agua y las almendras en el procesador de alimentos y trituramos muy bien. En este paso podemos añadir el endulzante elegido, si es que la queremos con un toque dulce.

– Preparamos un bol o un vaso grande y ancho (el de la batidora serviría) y lo cubrimos con la tela de algodón (o un trapo).

– Vertemos el líquido poco a poco sobre la tela, sujetándola bien para que no se caiga.

– Levantamos el trapo y presionamos para que todo el líquido posible quede en el bol.

– En la tela nos quedará la pulpa de la almendra que, obviamente, no la tiraremos, ya que nos servirá para realizar otras recetas tales como bizcochos, galletas, quesos, etc. En esta ocasión, he preparado un bizcocho riquísimo, que podéis consultar si pincháis aquí.

– Pasamos la bebida al bote o a la botella donde la vamos a conservar y la metemos en la nevera hasta que la vayamos a consumir.

– Hay que tener en cuenta que la leche de almendras casera hay que consumirla durante los 2-3 días siguientes a su elaboración, porque se echa a perder bastante rápido; pero eso no es un problema, porque siempre se acaba antes!!!


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