¡Hola a tod@s! Quizás sea por el embarazo, pero últimamente tengo muchas ganas de comer chocolate!! Y dando salida a este “antojo” he creado un nuevo postre con un potente sabor a cacao y cargado de nutrientes.
Es una buena opción para ponerlo en nuestras mesas estas Navidades!! Podemos comerlo medio helado y su textura será más firme, o simplemente con el frío de la nevera y conseguiremos algo más parecido a una mousse.
Os dejo con la receta ^-^
Ingredientes
– Para la base:
- 1 taza de dátiles naturales
- 1 taza de nueces
- 1 taza de avellanas crudas o tostadas
- 2 cucharadas de aceite de coco
– Para la mousse:
- 150 gr de anacardos (remojados en agua mínimo 4 horas antes)
- 50 ml de bebida vegetal
- 1 cucharada de levadura nutricional (opcional)
- 1 chorrito de limón
- 1 aguacate
- 1 plátano
- 3 cucharadas de sirope de agave
- 3 cucharadas de cacao en polvo
- 2 cucharadas de aceite de coco
Elaboración
– En primer lugar, ponemos en el procesador de alimentos (o en la picadora) las nueces, las avellanas, los dátiles naturales y el aceite de coco.
– Trituramos hasta conseguir una pasta manejable (tampoco hace falta que esté homogéneo).
– Extendemos esta pasta en un molde cuadrado o rectangular (yo he usado uno rectangular de silicona). También lo podéis hacer en uno redondo desmoldable.
– Una vez que esté extendida por igual por todo el molde, la llevamos al congelador para que solidifique.
– Mientras, hacemos la mousse. Ponemos todos los ingredientes de la mousse en el procesador de alimentos y trituramos hasta conseguir una textura homogénea.
– Vertemos la mousse sobre la base (que ya estará durita y firme) y la extendemos de forma que quede bien repartida por todos lados.
– Lo metemos en el congelador mínimo 2 horas antes de servir. Tiene que estar bien durito para poder desmoldarlo mejor.
– Le ponemos los toppings al gusto. Yo le he puesto pistachos y fresas.
– Si no lo vamos a comer el mismo día, lo conservamos en el congelador y lo sacamos 20-30 minutos antes de consumirlo.
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